Resumen de 22+ artículos: dios como alfarero [actualizado recientemente]

Dios es el Alfarero y nosotros somos el barro – Isaías 64:8 ^[1]

La Biblia dice que Dios es el Alfarero y nosotros somos el barro.

Deja a Dios ser Dios ^[2]

Todos los que nos paseamos por páginas web como ésta en las que estás ahora, decimos que creemos en Dios, rezamos más de una vez al día el Padrenuestro y predicamos la confianza plena en Dios a tiempo y a destiempo.

Como barro en sus manos ^[3]

En el libro de Jeremías se nos cuenta sobre cómo este profeta aprendió un atributo de Dios en la casa del alfarero (Jer.18:1-10).

Revista El Alfarero ^[4]

EL ALFARERO Dios trabaja con nosotros tal como el alfarero trabaja con el barro, de la misma manera que el barro está en sus manos, así mismos estamos en las manos de Dios.

Dios es quien da forma a nuestras vidas, el es nuestro alfarero. ^[5]

10-mar-2018 – Dios es quien da forma a nuestras vidas, el es nuestro alfarero.

Yo soy la arcilla, tú el alfarero ^[6]

Por su lado, santa Luisa, prefiere hablar del abandono en Dios, de un abandono que, como muerta, dependa enteramente de Él sin resistirle más de lo que hizo en su creación (E 12, 14). Dios no es un alfarero descuidado que no advierta a tiempo la delicadeza y las torpezas humanas, que no complete la condición de vasija humana con un corazón compasivo y tierno que perdona. Dios, el alfarero, estudia la arcilla y descubre sus virtualidades y los defectos.

Es un Dios de corazón compasivo que perdona nuestros pecados y jamás los recuerda, un Dios de amor que envió a Jesús como el modelo que inculca santa Luisa: “Vivamos, pues, como muertas en Jesucristo y, como tales, ya no más resistencia a Jesús, no más acciones que por Jesús, no ya más pensamientos que en Jesús, en fin, no ya más vida que para Jesús y el prójimo, para que en este amor unitivo ame yo todo lo que Jesús ama, y por este amor cuyo centro es el amor eterno de Dios a sus criaturas, alcance de su bondad las gracias que su misericordia quiere hacerme” (E 69). Es un tiempo apropiado para hacer un balance sobre la entrega amorosa a Dios, la vida de comunidad y el servicio a los pobres, centrado todo en el amor; tiempo propicio para sentir la presencia de un Dios bondadoso que nos ama porque nos ha creado, y nos ama tanto que se encarnó para ser humano como nosotros y morir crucificado por amor, pero, al mismo tiempo, nos pide que correspondamos con amor a su amor.

Apreciemos que Jehová sea nuestro Alfarero ^[7]

Es impresionante ver cómo un alfarero puede usar algo tan común y barato como el barro para crear algo tan bonito y valioso. Por eso debemos preguntarnos: “¿Soy como barro fácil de moldear que Dios puede usar para crear una valiosa vasija? ¿Veo a mis hermanos como si fueran barro que Jehová todavía está moldeando?”.

10 Tal como un buen alfarero conoce bien el barro que moldea, Jehová nos conoce muy bien a nosotros. Como nosotros amamos a Dios, queremos obedecerle y dejar que nos moldee porque sabemos que todo lo que nos manda es por nuestro bien.

Como el barro en manos del alfarero ^[8]

Cada momentos de tu vida está en manos de Dios, como barro en manos del alfarero. Ustedes, pueblo de Israel, son en mis manos como el barro en las manos del alfarero.

En esta celebración nos juntamos vecinos y amigos de pueblos como Guadalix, Soto, Buitrago, El Casar y Navalafuente, para alabar juntos a Dios compartir lo que El hace en nuestras vidas y escuchar el mensaje de Su Palabra: La Biblia.

El Alfarero PowerPoint Presentation, free download ^[9]

Puede ser que esa vasija permanezca por largo tiempo en el estante, pero será usada cuando llegue el tiempo de Dios – el alfarero. Como barro al fin necesitamos dejar que el alfarero nos mezcle con el agua y nos ablande y de forma. El proceso del Trabajo del Alfarero • Nuestras vidas contienen un tesoro, pero necesitamos dejar que Dios moldee el barro, le de forma y use el tesoro para su gloria.

Resumen continuación • Lo mismo que la calidad del barro limita lo que el alfarero puede crear, de la calidad de la gente depende lo que Dios puede hacer con ella.Se echó a perder: Equivale a la misma palabra hebrea usada en el caso del cinto de lino en 13.7, donde se traduce como «podrido». Muchas veces culpamos a otros de lo que esta pasando, pero es que Dios – el alfarero esta trabajando en el barro – nuestro carácter- para darle forma.

En Las Manos de Dios Nuestro Alfarero: El Mejor Lugar En Que Podemos Estar ^[10]

En el simbolismo del bautismo, tenemos esta representación de morir al pecado y nacer como nueva criatura en las manos de Dios, el Alfarero que te creo y que desea perfeccionar su obra en ti. Nosotros podemos ver en este pasaje: Jeremías18:1-2, que lo más importantes es recibir la palabra de Dios, y para poder recibir la palabra de Dios, existe la necesidad de ir a la casa del Alfarero. Puede que el proceso tal sea doloroso, pero Dios sabe lo que esta haciendo, recuerda la metáfora de “La Tacita de Barro En Manos del Alfarero”.

Un buen ejemplo son los Judíos que no aceptan a Jesucristo como Señor y Salvador y sin embargo son tal vez las personas más celosas de la ley de Dios, lo único que todavía no pueden reconocer que Cristo vino y es es el mismo que clavaron en un madero. Con mucho amor, de una forma muy especial y con sus propias Manos, en el Principio, el gran Artesano, el primer Alfarero, Nuestro Dios, hizo una vasija de barro con un propósito eterno que es ponerse a si mismo dentro de ella.

En Las Manos De Dios El Alfarero ^[11]

En Las Manos Del Alfarero Quien Es DiosTodo cristiano debe confiar su vida en las manos de Dios el cual igual que el alfarero hace con el barro, le dará la forma que más conviene, estar en las manos de Jesús es un proceso que nos hace parecernos más a él. Lo que trato de decirte es que poner tu vida en manos de Dios, tu quedas expuesto a ser procesado como el barro, la plata y el oro y solo cuando ya seas puro, libre de impurezas y tu señor se vea reflejado en ti es el momento en que tus grandes luchas y pruebas van a terminar.

Un ministerio como cristiano, es un don de Dios y como tal debe estar en sus manos, es muy posible que tengas que pasar por duras pruebas y solo con el objetivo de capacitarte en lo que es necesario que enseñes a otros, pero estar en manos del señor es garantía de una vida victoriosa y llena de gozo aun en medio del proceso que te cause dolor. Ponte en las manos de Dios, si prefiere decir en las manos de cristo o como se llama esta web en las manos del alfarero quien es Dios.

El Alfarero y el Barro Reflexión ^[12]

La Biblia nos enseña que Dios es nuestro Alfarero y que él nos ama. A veces nos vemos como barro en las manos del alfarero, sufriendo dolores y afliciones. En una ocasión, Jesús dijo: «La gente de este mundo es como el barro en las manos del alfarero.

En otras palabras, Jesús nos dijo que Dios es como el alfarero y nosotros somos como el barro. De manera similar, Dios nos ve como barro en Sus manos, y a partir de Su visión divina, nos va formando para que lleguemos a ser la imagen y semejanza de Su Hijo.

El barro y el Alfarero ^[13]

En caso de resistencia extrema, la alternativa es el endurecimiento, como aquel por el que el faraón optó: “A pesar de esto, y tal como lo había advertido el Señor, el faraón endureció su corazón y no les hizo caso” (Éxodo 7:13); al igual que muchos de los oyentes del evangelio: “Pero cuando algunos se endurecieron y se volvieron desobedientes, hablando mal del Camino ante la multitud, Pablo se apartó de ellos llevándose a los discípulos, y discutía diariamente en la escuela de Tirano” (Hechos 19:9 NBLA); y a quienes al autor sagrado advierte y anima al mismo tiempo con estas palabras: “no endurezcan el corazón como sucedió en la rebelión, en aquel día de prueba en el desierto… Más bien, mientras dure ese «hoy», anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado… Por eso, Dios volvió a fijar un día, que es «hoy», cuando mucho después declaró por medio de David lo que ya se ha mencionado: «Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón»” (Hebreos 3:8, 13; 4:7), invitación que, de no ser escuchada, trae indeseables consecuencias: “Dichoso el hombre que honra al Señor, pero el que endurece su corazón caerá en desgracia” (Proverbios 28:14 NBV); “El hombre que después de mucha reprensión endurece la cerviz, de repente será quebrantado sin remedio” (Proverbios 29:1 LBLA); como lo ilustró gráfica y dramáticamente el profeta: “Así dice el Señor: «Ve a un alfarero, y cómprale un cántaro de barro. En consecuencia, Dios es, en este orden de ideas, el gran Alfarero de la humanidad, pues: “… Ustedes, pueblo de Israel, son en mis manos como el barro en las manos del alfarero” (Jeremías 18:6); “A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú el alfarero. Lo que distingue a las unas de las otras, desde una perspectiva humana, es la entrega y el sometimiento voluntario, humilde, obediente y confiado de las primeras en las manos del Alfarero, como el salmista: “Con tus manos me creaste, me diste forma.

Pero en este proceso se distinguen dos clases diferentes de vasijas, como nos lo recuerda el apóstol: “¿No tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro unas vasijas para usos especiales y otras para fines ordinarios? ¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia a los que eran objeto de su castigo y estaban destinados a la destrucción? ¿Qué si lo hizo para dar a conocer sus gloriosas riquezas a los que eran objeto de su misericordia, y a quienes de antemano preparó para esa gloria? Ésos somos nosotros…” (Romanos 9:21-24). Dame entendimiento para aprender tus mandamientos” (Salmo 119:73), en contraste con la resistencia de las últimas a las que el profeta advierte: “¡Ay del que contiende con su Hacedor! ¡Ay del que no es más que un tiesto entre los tiestos de la tierra! ¿Acaso el barro le reclama al alfarero: «¡Fíjate en lo que haces! ¡Tu vasija no tiene agarraderas!»?” (Isaías 45:9); advertencia reiterada por Pablo: “Respondo: ¿Quién eres tú para pedirle cuentas a Dios? «¿Acaso le dirá la olla de barro al que la modeló: ‘¿Por qué me hiciste así?’»” (Romanos 9:20).

¿Estamos dejando que el Gran Alfarero nos moldee? ^[14]

“¡Miren! Como el barro en la mano del alfarero, así son ustedes en mi mano” (JER.

Reflexión: Yo soy el barro y Dios el alfarero ^[15]

¡Dios mío, yo soy el barro y tú el Alfarero! Solo deseo que tu gloria se manifieste cada día en mi vida.

La Palabra Entre Nosotros (en-US) ^[16]

En esta edición de la revista queremos meditar en lo que significa pedirle a Dios que nos moldee y nos haga de nuevo, como el alfarero hace un vaso o un cántaro y, si no le gusta, lo deshace y lo hace de nuevo.

▷ Parábola del Alfarero y el Barro ^[17]

De igual manera, si algo está saliendo mal en nuestras vidas y estamos en las manos del gran alfarero, la culpa es nuestra y no de Dios. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. De esta manera, Dios quería mostrar al Profeta Jeremías como la nación se había corrompido.

En esta parábola, Dios comienza diciendo al profeta Jeremías un mensaje ilustrado en la casa del alfarero. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.Jeremías 18:1-6

EL alfarero ^[18]

Entonces el Señor me dijo: “¿Acaso no puedo hacer yo con vosotros, israelitas, lo mismo que este alfarero hace con el barro? Vosotros sois en mis manos como el barro en las manos del alfarero.

El oficio de alfarero en la Biblia ^[19]

Tanto, que el mismo Dios lo utilizó como metáfora de su forma de ser. Ustedes, pueblo de Israel, son en mis manos como el barro en las manos del alfarero”.

“… Como alfarero que amasa arcilla con los pies, aplasta gobernantes como si fueran barro” (Isaías 41:25). Como lógicamente no había electricidad, los alfareros tenían su torno compuesto de dos discos de madera, unidos por un eje, el cual giraban con el pie, mientras iban modelando el trozo de arcilla (Wight, F.: Usos y costumbres de las tierras bíblicas, Portavoz, 1953).

El Alfarero y la Arcilla — EB Global: Enfoque Bíblico ^[20]

Isaías (29:16) y Jeremías describieron a Israel como la arcilla en las manos de un alfarero experto, y ambos predijeron la caída de Judá bajo Babilonia.

EN MANOS DEL ALFARERO. MOLDEADOS POR DIOS. – Iglesia de Cristo Venezuela ^[21]

Como vasijas debemos tener el acabado final que desea el alfarero, Dios utilizará solo las vasijas que llenen sus exigencias. Pablo hablando de algunas decisiones de Dios en el pasado, donde a algunos le concedió o negó su misericordia de acuerdo con su santa voluntad, usa la metáfora del alfarero. En algunas porciones de la palabra, Dios se ha identificado como el alfarero y su pueblo o su siervo, son vasijas de barro en sus manos.

Generalmente obstaculiza y sabotea el trabajo del alfarero, de tal manera que el resultado final no es el deseado por Dios. TLA Efesios 4:23-24 Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como él.

En Las Manos De Dios Nuestro Alfarero ^[22]

En el sentido natural el hombre fue formado del polvo de la tierra según como podemos ver en Génesis 2:7, ”Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. En el simbolismo del bautismo, tenemos esta representación de morir al pecado y nacer como Nueva Criatura En Las Manos de Dios, el Alfarero que te creo y que desea perfeccionar su obra en ti. Lo Más Importante Es Confiar La Vida En Las Manos De DiosEn Las Manos De Dios Nuestro Alfarero, es en donde debe estar siempre la vida de todo hombre o mujer que de verdad se dice ser creyente, cristianos o no el ser humano necesita vivir según los fundamentos establecidos por su creador.

Puede que el proceso tal sea doloroso, pero Dios sabe lo que esta haciendo, recuerda la metáfora de “La Tacita de Barro En Manos del Alfarero”. Al decir cristiano o no, me refiero de forma respetuosa a los que no lo son, un buen ejemplo son los Judíos que no aceptan a Jesucristo como Señor y Salvador y sin embargo son tal vez las personas más celosas de la ley de Dios, lo único que todavía no pueden reconocer que Cristo vino es es el mismo que clavaron en un madero.